Salud

Otohematoma en perros: Causas y tratamiento

El otohematoma en perros es una de las condiciones más comunes que afecta a las orejas de nuestras mascotas.

otohematoma en perros

El otohematoma en perros es una de las condiciones más comunes que afecta a las orejas de nuestras mascotas. Esta patología se caracteriza por la acumulación de sangre entre la piel y el cartílago de la oreja, lo que genera una hinchazón visible y puede llegar a ser muy dolorosa. Si bien no es una emergencia médica en la mayoría de los casos, el tratamiento adecuado es crucial para evitar complicaciones. A continuación, abordaremos las causas más comunes, los síntomas, las diferentes opciones de tratamiento y cómo prevenir esta incómoda condición en nuestros compañeros caninos.

Otohematoma en perros: ¿Qué lo causa?

El otohematoma en perros puede desarrollarse como consecuencia de diversas causas. En la mayoría de los casos, se debe a traumatismos repetidos en el pabellón auricular, provocados por sacudidas violentas o rascado intenso. Este tipo de movimientos puede romper los pequeños vasos sanguíneos en la oreja, permitiendo que la sangre se acumule en el espacio entre la piel y el cartílago.

Entre las principales causas que desencadenan un otohematoma, podemos destacar:

  • Infecciones del oído: Cuando un perro sufre de otitis o cualquier otro tipo de infección en el canal auditivo, es común que sacuda su cabeza o se rasque las orejas de forma repetida. Esto puede causar un traumatismo en la oreja que derive en la formación de un otohematoma.
  • Problemas de piel: Las alergias, dermatitis o infecciones de la piel que afecten la zona de las orejas pueden generar picazón e incomodidad, lo que lleva a que el perro se rasque con frecuencia y provoque una lesión en los vasos sanguíneos de la oreja.
  • Parásitos: La presencia de pulgas, garrapatas o ácaros en la zona del oído también puede ser una causa del otohematoma, ya que estos parásitos suelen generar picazón extrema.
  • Golpes o traumatismos: En ocasiones, un perro puede golpearse la oreja jugando, corriendo o interactuando con otros animales, lo que también puede desencadenar la formación de un hematoma.

Es importante destacar que algunas razas están más predispuestas a desarrollar otohematomas debido a la forma y el tamaño de sus orejas. Razas como los Cocker Spaniel, Basset Hound y Labrador Retriever, que tienen orejas largas y caídas, tienden a ser más susceptibles, ya que el movimiento constante de sus orejas aumenta el riesgo de traumatismos.

¿Cuáles son los síntomas del otohematoma en perros?

El síntoma más característico del *otohematoma en perros* es una inflamación visible en una de las orejas o en ambas. Esta hinchazón puede ser pequeña o crecer considerablemente, llegando a deformar la oreja afectada. Al tocar la zona inflamada, generalmente se siente blanda y, en algunos casos, puede estar caliente debido a la acumulación de sangre.

Otros síntomas que pueden acompañar al otohematoma son:

  • Molestia o dolor: Es común que el perro muestre signos de incomodidad, especialmente cuando se le toca la oreja afectada.
  • Sacudidas frecuentes de la cabeza: Si observas que tu perro sacude la cabeza constantemente, podría estar intentando aliviar la molestia causada por la acumulación de sangre en su oreja.
  • Rascado de la oreja: Los perros con otohematomas suelen rascarse más de lo normal, lo que puede empeorar la condición si no se trata a tiempo.
  • Deformación del pabellón auricular: Si el otohematoma no se trata, con el tiempo puede cambiar la estructura de la oreja, causando una deformación permanente que puede ser dolorosa.

Es importante observar el comportamiento de tu perro ante cualquier cambio en la apariencia o estructura de sus orejas. Detectar los síntomas a tiempo y actuar de forma rápida puede evitar que la condición empeore y se convierta en algo más serio.

Opciones de tratamiento para el otohematoma en perros

El tratamiento del otohematoma en perros varía según la gravedad del caso. Afortunadamente, existen varias formas de abordarlo, desde procedimientos menos invasivos hasta intervenciones quirúrgicas. La decisión sobre el tratamiento dependerá del veterinario, quien evaluará el tamaño del hematoma y la causa subyacente.

Drenaje del otohematoma

El método más utilizado para tratar un otohematoma es el drenaje del líquido acumulado. Este procedimiento consiste en perforar la oreja para vaciar el hematoma y aliviar la presión. Aunque el drenaje puede ser eficaz, no siempre es una solución definitiva, ya que el líquido puede volver a acumularse si no se trata la causa subyacente.

Cirugía

En casos más severos, se opta por la cirugía. Esta intervención implica no solo drenar el hematoma, sino también hacer incisiones para suturar el cartílago y la piel, evitando que la sangre se acumule nuevamente. El procedimiento quirúrgico garantiza mejores resultados a largo plazo, aunque requiere más cuidados postoperatorios.

Tratamiento de la causa subyacente

Es crucial abordar la causa subyacente que provocó el otohematoma en perros. Si la formación del hematoma se debe a una infección del oído, una alergia o parásitos, es necesario tratar estas condiciones con los medicamentos apropiados (antibióticos, antifúngicos, antiparasitarios o antiinflamatorios). De esta manera, se evita que el perro continúe sacudiéndose o rascándose, lo que podría hacer que el otohematoma reaparezca.

El veterinario puede recomendar un collar isabelino para evitar que el perro se rasque las orejas durante el proceso de recuperación.

Prevención del otohematoma en perros

Para prevenir el otohematoma en perros, es importante establecer hábitos de cuidado y mantenimiento adecuados, especialmente si tu perro es propenso a infecciones del oído o alergias.

  • Revisión periódica de las orejas: Inspecciona las orejas de tu perro de manera regular para detectar cualquier signo de enrojecimiento, irritación o acumulación de cerumen que pueda desencadenar infecciones.
  • Limpieza frecuente: Limpia suavemente las orejas de tu perro con productos específicos recomendados por tu veterinario para evitar la acumulación de suciedad y bacterias.
  • Control de parásitos: Utiliza productos antiparasitarios de manera regular para mantener a raya los ácaros, pulgas y garrapatas, que pueden generar picazón y molestias en las orejas.
  • Alimentación adecuada: Una dieta equilibrada y adecuada puede fortalecer el sistema inmunológico de tu perro, reduciendo la probabilidad de alergias o problemas de piel que puedan desencadenar otohematomas.
  • Visitas regulares al veterinario: Las consultas periódicas al veterinario son esenciales para identificar y tratar cualquier problema de oído en las primeras etapas, antes de que se conviertan en un problema mayor.

Con una correcta prevención y cuidado, puedes reducir considerablemente el riesgo de que se desarrolle un otohematoma en perros.

Conclusión

En conclusión, el otohematoma en perros es una afección común que, aunque no suele poner en riesgo la vida de la mascota, puede causar molestias y dolor si no se trata adecuadamente. Detectar a tiempo los síntomas, como la hinchazón en las orejas y el rascado frecuente, es clave para prevenir complicaciones. El tratamiento oportuno, que puede incluir drenaje o cirugía, junto con la atención a las causas subyacentes, asegura una recuperación óptima. Prevenir esta condición es posible mediante una buena higiene de las orejas, control de parásitos y visitas regulares al veterinario

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