Psicología

Gato posesivo: conoce estos comportamientos

¿Cómo se puede reconocer a un gato posesivo?

Gato posesivo: conoce estos comportamientos

Al igual que en los seres humanos, los gatos pueden mostrar conductas como celos o ser posesivos con sus dueños. Aunque algunas personas consideran los celos normales, un gato posesivo puede ser un riesgo para sus dueños, las demás personas y para sí mismo. Es posible que la reacción de un gato con este comportamiento sea ponerse agresivo o esconderse cuando lleguen visitas. El miedo del gato a perder la relación que tiene con su dueño hace que se torne posesivo. Esto hace que rechace la posibilidad de compartirlo con otros individuos.

Dentro del mundo animal este comportamiento se define como protección de recursos, esto es porque protegen lo que ellos consideran de su propiedad. Esto ocurre porque los gatos se aferran a una rutina como manera de conservar su bienestar. Con esta conducta evitan algunas situaciones peligrosas o desagradables. Por otra parte el gato se puede sentir desplazado si su dueño deja de prestarle atención.

¿Cómo se puede reconocer a un gato posesivo?

Los gatos, por lo general utilizan su lenguaje corporal para expresar sentimientos, emociones y percepciones. Por tal razón al tratarse de un gato posesivo con sus dueños puede mostrar estados de ánimo por medio de sus posturas y su comportamiento.

En base a esto es necesario estar pendiente de las siguientes expresiones para saber si tienes un  gato posesivo:

  1. Alteraciones del ánimo. En este sentido el gato se puede mostrar deprimido por sentirse abandonados por su dueño o sus dueños. También puede desarrollar una especie de hiperactividad para intentar captar la atención de sus humanos queridos y así invitarlos a jugar. Con esta actitud busca que sus dueños volteen la mirada hacia él y así sentirse querido nuevamente. Problemas de comportamiento. Si un gato es posesivo con su dueño, este se puede mostrar agresivo con otras personas o animales. Con este comportamiento muestra su rechazo.
  2. Si el dueño llega a recibir visitas un gato posesivo se puede esconder y negarse a salir hasta que se vayan los desconocidos. También al introducir una nueva mascota a la familia, el gato se puede mostrar irritado o ansioso, puede pasar mucho tiempo escondido o aislarse de la convivencia. Puede perder el interés por sus juguetes, seguir a sus dueños por toda la casa, maullar de forma excesiva o mostrarse muy agresivo con el nuevo animal.

Cualesquiera que sean los casos que se presenten tienes que estar presente de sus gestos y comportamientos de tu mascota. De este modo podrás atacar la situación lo más pronto posible para evitar que el gato sufra innecesariamente o afecte a otras personas u otros animales.

Es importante contrarrestar estas conductas en los gatos a tiempo, debido a que esto puede repercutir incluso en afecciones mayores en el gato. Dichas afecciones podrían resultar producto de la misma ansiedad.

¿Qué hacer para calmar un gato posesivo?

Al tratar un gato posesivo se debe seguir los mismos lineamiento utilizados para tratar enfermedades comunes, si se previenen los síntomas no es necesario curar. Por tal razón si queremos evitar que nuestro gato sea posesivo es necesario socializarlo tempranamente.

Si nos preocupamos por estos aspectos cuando el gato aun es cachorro encontraremos que sus nociones de convivencia y su carácter son más flexibles. Esta condición facilita su educación en esta etapa. Por eso lo mejor es socializarlo en durante sus primeros meses de vida, al finalizar su primer ciclo de vacunación y desparasitación.

Si has decidido traer un nuevo gato o una nueva mascota es necesario que lo presentes adecuadamente antes de que lleven una convivencia diaria. Es necesario también que adecues tu hogar para recibir el nuevo integrante de tu familia. El nuevo gato tiene que tener sus propios juguetes, bebedero, comedero y arenero y en un espacio propio donde este seguro.

Así el nuevo gato podrá desarrollarse y adaptarse a su nuevo hogar. No debes hacer diferencia en el trato que des a un animal o a otro. Dedica el mismo tiempo de juego con los dos y premia a ambos por las buenas conductas que tengan.

En otro orden de ideas, si pretendes vivir con otra persona o deseas tener un hijo, debes presentar correctamente estas personas a tu gato. En este sentido es muy importante que no dejes de jugar y mostrar afecto a tu gato por la llegada de un nuevo integrante familiar.

Es bien cierto que un hijo desborda todo nuestro amor incondicional y merece toda nuestra atención y dedicación. Además, necesita muchos cuidados para poder garantizar su bienestar, su salud y su educación. Pero es necesario que nuestro gato continúe sintiéndose parte de la familia, para no entrar en conflicto y que se convierta en un gato posesivo.