Curiosidades

Así funciona la menstruación en animales

Es importante recordar que el ciclo sexual canino es muy diferente al humano, por lo que el sangrado no viene cada mes.

Así funciona la menstruación en animales.

Es importante recordar que el ciclo sexual canino es muy diferente al humano, por lo que el sangrado no viene cada mes. De hecho, no se habla de menstruación sino de celo, el cual, se presenta dos veces al año. Los síntomas de la menstruación en animales tienen que ver con cambios físicos y de comportamiento.

Además, serán más o menos evidentes según la raza y la edad. Los principales síntomas son actitud más decaída, inflamación en la vulva, interés en los machos que se acercan a olfatearla, en algunos animales se aprecia la inflamación en los pezones y el sangrado vaginal que indica el inicio del ciclo menstrual.

Existen cuidados especiales que pueden ayudar en esta etapa, como sacar a pasear a la perrita con correa para así evitar el contacto con los machos, proporcionarle un lugar cómodo y cuidar su higiene, aunque se recomienda no bañarla mientras está en celo para evitar infecciones.

Celo y menstruación en animales.

El celo y la menstruación en animales, son dos procesos que suelen ser confundidos, aunque en ambos procesos se genera sangrado periódicamente, los motivos y el momento del ciclo en el que se produce son muy diferentes. La menstruación es un proceso exclusivo de unas pocas especies de mamíferos.

En las mascotas hembras más comunes, como las perras y gatas, el período de celo llega después de que alcanzan su madurez reproductiva, entre los 6 y 12 meses, dependiendo de la especie y la raza. Durante un par de semanas la vulva de las hembras sangra.

Además, estas segregan feromonas que atraen a los machos y, durante apenas unos días, son receptivas. Esto quiere decir que solo entonces puede ocurrir el apareamiento, y en ese momento coincide con la ovulación en el ciclo reproductivo de la hembra, llamado estro.

Algo similar ocurre en la gran mayoría de hembras de mamíferos, desde las yeguas o las tigresas, y hasta las ballenas. Sin embargo, los intervalos entre un celo y otro varían, así como la duración del mismo.

Aunque se cree que el celo es lo mismo que la menstruación, que ocurre en la especie humana y otras pocas de mamíferos, existen diferencias fundamentales. Aunque ambos procesos son parte del ciclo reproductivo de las hembras, su funcionamiento no es similar.

La primera diferencia está en que, durante el celo, el sangrado se produce debido al aumento de flujo sanguíneo en la vulva, y se da antes, durante, y un poco después de la ovulación, marcando el final del período fértil.

Mientras que la menstruación se da al  final del ciclo reproductivo, después de que ocurre la ovulación. Durante el ciclo, las paredes internas del útero se preparan para recibir un óvulo fecundado. Cuando la llegada del embrión no ocurre, estas se desprenden y dan lugar al sangrado menstrual.

¿A qué edad tienen el primer celo los animales?

Es muy complejo predecir cuándo va a tener lugar el primer celo de una perra o cualquier otro animal, como un dato orientativo, puede ser entre los seis y los nueve meses de edad aumentan las posibilidades de presentación. Si no ocurre así, existen múltiples causas que hacen variar este dato.

La raza, las condiciones ambientales, la presencia de otras hembras en su entorno son algunas de las razones del retraso de la menstruación en animales.

Si después de los 18 meses, el animal no ha presentado el celo, conviene llevarla al veterinario para que este explore las posibles razones. También existe la posibilidad de que los primeros celos pasen inadvertidos a los ojos del propietario por ausencia de síntomas que lo evidencien como el sangrado o el aumento del tamaño de la vulva.

A estos celos, que están pero no se ven, los llamamos celos silentes. Lo más habitual es que el sangrado y el aumento del tamaño de la vulva sea mucho más intenso en los primeros celos que en los posteriores. El celo dura entre 8 y 20 días, con una media de 15.

En el caso de las perras, si las pérdidas hemorrágicas duran más de 21 días debemos llevar a la perra al veterinario. Algunas perras lo tienen cada cinco meses, otras cada seis o cada ocho. Lo importante, sin embargo, es que exista regularidad.

Existen dos opciones para evitar el celo y la gestación:

  • Los fármacos: actúan frenando los procesos hormonales y su administración puede realizarse por vía oral o inyectable. Las pastillas suelen ofrecer menor duración.
  • La cirugía: es el método definitivo. La cirugía en nuestros animales de compañía alcanza las mismas cotas de seguridad y eficacia que la cirugía humana.