Biodiversidad

Las enfermedades comunes de las tortugas domésticas

El desconocimiento de cómo cuidar y tratarlas, puede llevar a desarrollar enfermedades comunes de las tortugas domésticas.

Las enfermedades comunes de las tortugas domésticas

Sea cual sea nuestra mascota, están expuestas a riesgos en casa, son muchas las personas que a la hora de tener una mascota escogen estos animales exóticos como lo son las tortugas. Es importante recordar que estos seres vivos tienen sus propias necesidades, que son muy distintas a las de los perros y gatos. 

El desconocimiento de cómo cuidar y tratarlas, puede llevar a desarrollar enfermedades comunes de las tortugas domésticas, por eso es tan importante conocer las características, las exigencias y el cuidado que necesita cada animal. 

Algunas de las enfermedades que puede padecer las tortugas domésticas son deficiencia de vitamina A, enfermedades respiratorias, abscesos, infecciones y fracturas del caparazón y parásitos. 

Una causa de estas complicaciones de estos animalitos puede ser por una alimentación inapropiada, puede producirles una deficiencia de vitamina A, lo que les provocara falta de apetito, cambios en la epidermis, letargo y mucho más. 

Estas son las enfermedades más comunes de las tortugas domésticas.

Debemos preocuparnos de la salud de nuestras tortugas, si en algún momento notas que presenta cambios en su comportamiento, pierde repentinamente el apetito, su caparazón cambia de color o aspecto, si respira con la boca abierta, sufre diarrea o se mueve menos de lo habitual es el momento de consultar con su veterinario.

Porque lo más seguro es que nuestra pequeña amiga tenga algún problema y necesite de cuidados o tratamientos especiales para curarla. Estas son las enfermedades comunes de las tortugas domesticas:  

  • Lesiones o heridas en la piel: causadas la mayor parte de las veces por caídas, mordiscos o rasguños.
  • Caparazón blando, decolorado o con hongos: en estos casos se suele deber a tres razones fundamentales: la primera, a la falta de luz solar y por tanto calcio, la segunda, a la presencia de cloro en el agua y la tercera por exceso de luz o humedad.
  • Infección ocular: también debida al cloro o a la falta de higiene.
  • Estreñimiento o diarrea: la carencia de vitaminas y fibra suele ser la causa en el primer caso y en el segundo, provocado por todo lo contrario, es decir, el exceso de verduras y fruta en su dieta.
  • Resfriados o problemas respiratorios: para evitarlos es importante alejarla de las zonas con corrientes y que se mantenga a una temperatura templada dentro del acuario.
  • Retención de huevos en su interior: suele ocurrir cuando hay falta de vitaminas, mala alimentación o porque nuestra tortuga ya es muy anciana.

Si quieres que tu tortuga viva siempre sana y feliz lo recomendable es acudir al veterinario para someterlas a un cheque anual. 

Los animales al igual que los seres humanos muestran sus afecciones con distintas señales a las que debemos estar atentos, ya sean cambios en el comportamiento, manchas, anomalías en el caparazón y mucho más. 

¿Cómo se tratan las enfermedades de las tortugas domésticas?

 Detectar los síntomas de las tortugas domésticas depende de la patología que sufra el animal. En las enfermedades más comunes en tortugas domésticas podemos observar alguno o varios de los siguientes síntomas: 

  • Inactividad.
  • Falta de apetito. 
  • Vómitos o regurgitaciones.
  • Moqueo.
  • Lagrimeo.
  • Cambios en la piel: reblandecimiento, sequedad, erosión, pérdida de color, etc.
  • Ojos hinchados.
  • Caparazón anormal: crecimiento extremo, reblandecimiento, suavidad y más. 
  • Asimetría en las patas.
  • Cloaca enrojecida.
  • Mal olor.

Si detectas cualquiera de los síntomas nombrados anteriormente, es muy importante acudir a una clínica veterinaria. Solo un profesional puede determinar las enfermedades comunes de las tortugas domésticas. Además, te informarán sobre los cuidados y tratamiento que debe recibir. 

La falta de vitamina A, se trata dándole esta vitamina a la tortuga en forma oral o inyectable. Este tratamiento se debe realizar bajo la supervisión de un veterinario, ya que un exceso puede producir hipervitaminosis A, una afección producida por sobredosis de vitamina A.

Las infecciones respiratorias se pueden tratar con antibióticos y con gotas nasales. Los abscesos si deben ser tratados quirúrgicamente seguidos de un tratamiento con antibióticos inyectables y con medicamentos tópicos. 

Por fortuna el caparazón de la tortuga puede ser reparado si su lesión o fractura no es muy grave. Para tratar las infecciones se buscará mediante análisis lo que es el virus, bacteria u hongo que lo ha dañado para tratarlo con antibióticos. 

Los parásitos en la tortuga son eliminados con medicación antiparasitaria adecuada una vez identificado el tipo de parásito por medio de un  examen fecal.

Cualquier enfermedad que tenga tu mascota lo demostrara a través de los síntomas anteriormente mencionados, por lo que resulta importante estar atento al comportamiento de tu mascota para poder detectar cualquier afección de salud que puedan llegar a presentar y lo mejor será acudir a un profesional, es decir asistir al veterinario.