Los insectos comestibles ha estado prácticamente desde siempre entre los humanos, algunos resultan muy útiles y otros muy despreciados. Otros, por su parte son muy venerados en algunos países. Por ser tan numerosos y de diversos tipos, se consideran de los animales más abundantes del planeta.
Además de esto, muchos de ellos se consideran insectos comestibles, ellos representan una fuente de proteína animal para los humanos y los animales. Aunque los insectos comestibles pudieran generar algo de desagrado, pero, la verdad, es que existen ya millones de personas que los consumen. Inclusive, para algunas culturas, el comer insectos resulta una costumbre muy arraigada.
Los insectos tienen la particularidad de que pueden comerse solos o ser ingredientes de alimentos tradicionales, algunos platos gourmet y aperitivos. En algunos casos los humanos consumen los productos fabricados por los insectos, como el caso de las abejas. Además, muchos de estos insectos se crían en granjas.
¿Qué conocemos legalmente sobre el consumo de insectos comestibles?
Es claro que nos falta mucho por entender sobre la cría y consumo de insectos comestibles. Algunos de estos aspectos son los métodos de crianza, las recetas para cocinarlos y las normas para su uso y venta.
Otro aspecto muy importante que se debe tomar en cuenta es si pueden producir alergias, así como los riesgos sanitarios ante una crianza intensiva.
Es muy posible que en poco tiempo estemos leyendo temas relativos a la producción de productos provenientes de insectos como algo muy normal. Pero, la falta de legislación va a representar siempre un obstáculo para lograr la confianza de los consumidores.
Por los momentos solo tenemos a la mano el informe proporcionado por la FAO que evalúa el consumo inocuo de insectos. Por su parte la Unión Europea también ha dado grandes pasos al introducir un reglamento sobre nuevos alimentos, el UE 2018/456.
En este informe autoriza a los insectos comestibles como alimentos, sin embargo, estos deben pasar por una evaluación científica por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Por otra parte, es necesario estudiar los posibles efectos del cambio climático en estos insectos comestibles. Ante la presencia de plagas que puedan acabar con los cultivos, los insectos pueden convertirse en un alimento de emergencia.
Si hablamos de agricultura industrial, se debe considerar la incorporación de insectos en muchas funciones. Es de saber, que pueden desempeñarse como polinizadores para alcanzar un incremento en la producción de alimentos.
Además, colaboran ampliamente en el aprovechamiento de subproductos agrícolas. Estos subproductos, actualmente se consideran desperdicios y fuente de contaminación.
También pueden aportar su grano de arena en la reducción y sustitución de pesticidas, debido al control biológico de plagas y enfermedades con insectos.
Por eso es tan importante conocer todo lo necesario sobre y uso y consumo de insectos comestibles, incluyendo sus bases legales.
¿Qué recetas pueden prepararse con insectos comestibles?
Aunque por el momento, en España, el consumo de insectos comestibles ya es legal, la Unión Europea ha despejó el camino para esta legalización. Estos insectos son una fuente de proteína, inclusive más buena que la carne de aves o mamíferos.
Como la cría intensiva de ganado vacuno y porcino es tan ineficiente en relación a recursos invertidos, puede generar un disparo en sus precios. Ante esta situación, se presenta una buena opción para introducir los insectos comestibles en la dieta. Esto ha sido una recomendación de la FAO y una regulación de la Unión Europea.
En este sentido es conveniente conocer algunas recetas que sencillas que pueden preparase con ellos:
- Chapulines fritos al estilo mexicano. Para prepararlo se requieren chapulines, agua, sal aceite de oliva, cal y pimiento rojo o verde. Los saltamontes se lavan, se sumergen en agua con sal por cuatro horas. Durante otra hora se enjuagan en agua limpia y luego se fríen enteros.
- Conguitos de grillos. En esta receta se deben tener grillos, chocolate negro, mantequilla y azúcar. Se lavan los grillos, se hornean a 180 grados, se dejan enfriar. Luego se les quita la cabeza y las patas. Estos se sumergen luego en el chocolate derretido y se refrigeran por unas horas.
- Escorpiones rebozados. Se utilizan escorpiones, suero de leche, aceite y harina de maíz. Se rebosan los escorpiones congelados en la harina y el suero y se fríen en aceite bien caliente.
- Ensalada templada de gusanos de la cera. Los gusanos congelados se vierten en un salteado de cebolla, se remueven y se agrega sal. Luego se acompañan con lechuga, aguacate y algunas pipas de girasol. Se adereza con sal, aceite de oliva y salsa de soja.
- Hormigas culonas santanderinas. Es utilizan hormigas culonas, aceite o manteca y sal.
