Anestesiar a mascotas tal vez es uno de los temas más oidos en la actualidad. Y es normal que cuando oímos la palabra anestesia a todos nos dé un poco de respeto o miedo y más si es nuestro gato, nuestro perro o cualquier mascota el que tiene que ser anestesiado. A la anestesia no hay que tenerle miedo, en todo caso respeto.
Si tu mascota ha de ser intervenida por cualquier motivo una esterilización preventiva, una limpieza de boca, para extirpar tumores de mamas, o muchas otras opciones, antes como es lógico se debe anestesiar a mascotas para conseguirles los pilares básicos de la anestesia que son principalmente que no le duela, que no lo recuerde y que no se mueva.
Y en toda anestesia existe un riesgo inherente a la misma al igual que también existe en toda medicina humana. Ese riesgo anestésico depende de diversos factores, como por factores que dependen del animal, factores que dependen del propietario y factores que dependen del anestesista.
¿Cuál es el riesgo de usar anestesia en mascotas?
A veces es necesario someter a nuestras mascotas a una cirugía, ya que algunas enfermedades y accidentes no dejan otra opción. En la mayoría de los casos estas operaciones resultan exitosas y sin complicaciones, pero es importante prestar atención a algo que a veces puede pasar desapercibido.
Los efectos de la anestesiar a mascotas, tanto si es anestesia general o local, duran más allá del final de la intervención médica, por lo que en las horas del postoperatorio conviene mantenerse alerta a la evolución del animal convaleciente. Estos son algunos factores que pueden suponer el riesgo de tu mascota:
- Edad de la mascota: en el caso de los cachorros muy pequeños, es conveniente mantener bien la temperatura durante la intervención quirúrgica, si no en el estado de anestesia podrían sufrir hipotermia. Y los órganos de los perros de edad avanzada a veces no funcionan en su plenitud, y una anestesia podría alterar más aún su función natural.
- Peso de la mascota: la dosis de anestesia en mascotas va adaptada a su peso; por eso, los animales pequeños, con menos grasa y masa muscular, necesitan menos cantidad que los animales más grandes.
- Raza de perro: las razas braquicéfalas, es decir, las de hocico y nariz más corta pekinés, pug, bulldogs, Boston terrier, bóxer y más tienen mayores dificultades para respirar, por otro lado, los perros que han sufrido un colapso traqueal también corren riesgo de sufrir problemas durante la anestesia
- Condiciones médicas específicas: podemos decir que la anestesia en mascotas no supone un riesgo muy alto. Estudios han demostrado que el riesgo de muerte por una anestesia es menor del 2% pero si el animal tiene alguna condición específica, como enfermedad del corazón, pulmonar o de cualquier otro tipo, conviene valorar si es conveniente realizar la operación bajo anestesia, es decir, si el beneficio que se obtendrá vale la pena a pesar del riesgo.
La anestesia general conlleva mayores riesgos.
Es muy común anestesiar a mascotas para realizar una variedad de procedimientos, desde castración de rutina hasta procedimientos dentales y cirugías invasivas. Mientras que en los humanos el riesgo de muerte relacionado con la anestesia durante la cirugía es mínimo, la anestesia general conlleva mayores riesgos para los animales de compañía.
El uso de anestesia durante la cirugía puede provocar complicaciones importantes para los perros y diversos animales, en algunos casos, la muerte. Considerar estos beneficios y riesgos de la anestesia y la cirugía puede ser una fuente importante de angustia para los propietarios.
Algunos de los factores clave asociados con un mayor riesgo de muerte relacionada con la sedación y la anestesia en diversos estudios realizados incluyeron mayor edad, salud general más pobre, cirugías más urgentes o ciertas razas como rottweilers y West Highland white terriers, en comparación con razas mixtas.
Los factores que se asociaron con una disminución del riesgo incluyeron razas como el cocker spaniel, en comparación con razas mixtas. Los veterinarios y los propietarios deben considerar el riesgo de la sedación o la anestesia para cada animal individual, y evaluar el riesgo de las cirugías frente a los posibles beneficios para la vida del perro antes de decidir si se procede o no.
Esta toma de decisiones es particularmente desafiante para los propietarios en relación con las cirugías de castración electivas, que a menudo se realizan en cachorros jóvenes, pero no son necesarias para salvar vidas, sino para mejorar potencialmente la calidad de vida futura tanto de los perros como de los propietarios.
Para los animales mayores, aquellos con peor salud o que son sometidos a cirugías complejas, Se demostró que los procedimientos urgentes, independientemente de su complejidad, conllevan un mayor riesgo y, por lo tanto, se deben abordarse con gran vigilancia y precaución.
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